Comenzamos esta salida en localidad cántabra de Ucieda, junto al área recreativa conocida como la Casa del Monte (250 m.), cruzando el río Bayones por un puente. La cuenca de este río recoge toda el agua de muchos afluentes que vierten su cauce al principal, una pista asfaltada deja a los lados rincones agradables a la orilla del río, hasta alcanzar una bifurcación señalizada, tomando el ramal de la derecha cruzando el cauce del río por el puente de Rozas.
Al otro lado del puente un panel informativo sobre la ruta. La pista que hemos tomado cruza de inmediato el arroyo de la Toba, principal afluente del río Bayones y que mantenemos siempre a nuestra izquierda; al principio cerca de su cauce, aunque pronto se aleja trazando varias curvas cerradas, hay un par de cruces bien indicados hasta alcanzar el desvío o el comienzo de la senda que se adentra en el bosque de robles y hayas, camino cómodo y agradable para salir de inmediato a terreno abierto, unas laderas cubiertas de matorral, brezos, helechos y piorno.
El camino mantiene una rutina general durante gran parte del recorrido; una sucesión de entradas al bosque y salidas a terreno despejado, bordeando a media ladera los distintos barrancos que fluyen al río Bayones, en los cruces de estos arroyos se levantan numerosos puentes y pasarelas de madera. Al volver de nuevo al bosque, un desvío señalizado nos invita a bajar para ver un roble tumbado muy singular.
Retomamos el camino que cruza el arroyo por un puente y sale de nuevo a cielo abierto por un pasillo escoltado por alambradas, llegando a un cruce bien indicado, por la izquierda sale el camino de las Rozas, que acorta la duración del recorrido. Nosotros seguimos rectos, hacia la Cotera, a través de un bosque invadido por el verdor del musgo y líquenes. La penumbra del bosque se compensa con salidas a terreno despejado y disfrutar del paisaje. Continuamos por el bosque muy diverso: hayas, robles, castaños, sauces, acebos, setas,… y puentes que cruzar, llegamos a otro árbol singular, un haya de fuste alto y rectilíneo.
La última parte del recorrido, hasta conectar con la pista de la Cotera, transcurre fuera del bosque por un pasillo herboso, entre una alfombra de helechos iniciamos una suave bajada bien señalizada, de nuevo por el bosque bajo grandes robles y hayas y más puentes, pasando al lado de la casa del Tío Mero, donde tomamos un camino habilitado para personas con discapacidad y llegamos al punto de partida, finalizando aquí esta salida.