Pico Panondres y Cascadas de Oneta

Iniciamos esta salida en el Alto La Bobia (443 m.) siguiendo un camino que discurre por un cortafuegos, a media altura, por la ladera de Rebordiabueis, a coger otro cortafuegos que nos conduce a un pequeño llano entre peñascos. Tomamos un sendero que desciende, dejando a un lado la Peña Campetinos para llegar a una campa; seguimos por un bosquete de pinos, la pista se dirige hacia las antenas que se dibujan a lo lejos en el alto de la sierra. Superado un primer montículo y después un pequeño descenso, la siguiente subida nos lleva a las antenas y vértice geodésico del pico Panondres o pico del Can (843 m.), disfrutando de vistas sobre las sierras de Carondio, Ablaniego, Estoupo, el Mulleiroso y el amplio valle del río Negro, donde se asientan brañas y caseríos vaqueiros y, al SO., el pueblo de Oneta.

Seguimos el cordal hacia el pico Regueirón y descendemos cómodamente bordeando la cumbre con buenas vistas sobre las Peñas Amariellas y la costa Naviega. Un sendero entre piornos nos lleva a una explanada entre el pico Miro y el Picón por donde pasa una pista que viene de la carretera de subida al Alto de Segredal; sigue el camino con revueltas, con tramos empedrados con trazos de camino carretero y resonancias antiguas, llegando a Brañuas. Seguimos por camino asfaltado que abandonamos en la siguiente curva para continuar al frente por un antiguo camino que se pierde entre la maleza, llegando a la granja el Zarcón, conectando con la carretera que viene de Brañuas, y por ella llegamos a Oneta (320 m.).

Desde el centro del pueblo parte un camino que atraviesa las vegas y nos acerca a una caseta que antiguamente servía de central hidroeléctrica. Seguimos la ribera del río Oneta, poblada de fresnos, robles, alisos y castaños; a medida que el cauce se estrecha, la corriente va discurriendo por formaciones rocosas entre las que se abren numerosos pozos. Pronto el río se esconde y se desprende verticalmente por una altura de 38 m. en la cascada la Firbia. Más adelante el río forma otras dos cascadas, la Ulloa y la Maseirua, de menor verticalidad. En el año 2001 se declaró Monumento Natural por el Principado de Asturias. A lo largo del recorrido podemos encontrar restos de molinos de agua.

Regresamos por el mismo camino al pueblo de Oneta para finalizar esta salida.

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