Los Ríos Ebro y Rudrón han tallado, a su paso por el macizo calizo de las parameras de la Lora, espectaculares cañones que, en algunos puntos, alcanzan una profundidad superior a los doscientos metros. Su relieve, la diversidad botánica y una increíble riqueza faunística convierten a estas serpenteantes gargantas burgalesas en uno de los espacios naturales más bellos, impresionantes y de mayor valor ecológico de toda la Península Ibérica, estando protegido por la Comunidad de Castilla y León, bajo la denominación de «Espacio Natural Protegido».
Este espacio natural está situado al norte de la provincia de Burgos, presenta un paisaje de gran belleza donde, entre estrechos fondos de valle encajonados entre escarpados desfiladeros y cortadas, atravesados por los ríos Ebro y Rudrón, contrastan poderosamente con los extensos páramos, casi llanos, situados a mayor altitud. Desde el punto de vista geológico y geomorfológico ofrece múltiples y valiosos atractivos.
El río Ebro es famoso y temido, nada más brotar de las entrañas de la Cordillera Cantábrica forma uno de los mayores embalses del país para adentrarse acto seguido en Burgos; atraviesa el norte de la provincia en una sucesión de cañones alternados con valles abiertos.
El trazado del río va de oeste a este, muy sinuoso, atravesando un macizo montañoso y formando meandros en los valles. Las hoces o cañones tienen un buen nivel de conservación de sus valores naturales; tanto en fauna como en flora, la humedad y la umbría mantiene unos ricos bosques de ribera y toda una fauna asociada, mientras que sus paredes son propicias para aves rapaces (buitres, águilas, alimoches, etc.).
A todo esto hay que añadir la belleza de los pueblos y los alrededores. Del romancero parecen sacados los pueblos de esta comarca y hasta en el más humilde de ellos se halla un palacio.
Pueblos como Orbaneja del Castillo, es uno de los más pintorescos de la provincia de Burgos, con una ubicación privilegiada en el cañón del Ebro. Un afluente del Ebro surge en vistosa cascada de la cueva del Agua partiendo en dos el caserío, así mismo destaca la cresta rocosa por encima del pueblo, caprichosamente recortada en forma de almenas.
Valdelateja, pueblo rodeado de elevados cantiles rocosos, con una ermita tardo visigótica en lo alto del cerro de Siero, consagrada a las santas Centola y Elena, la ermita es una de las más antiguas de la provincia (año 782), desde la que se domina un soberbio panorama de acantilados.
Pesquera de Ebro es un interesante pueblo, por sus construcciones tradicionales y los múltiples escudos blasonados de los siglos XVII y XVIII que embellecen sus fachadas; también destaca su magnífico puente sobre el Ebro y la ermita de San Antonio, al otro lado del río.
Uno de los recorridos a realizar se desarrolla por el tramo más espectacular de las hoces que el río Ebro traza en su curso alto, entre Valdelateja y Pesquera de Ebro. Por el camino visitaremos el pintoresco pueblo de Cortiguera; destacan en él sus fachadas blasonadas, en especial un palacio neoclásico. Este pueblo llega a abandonarse en los años 70 y 80 del pasado siglo pero, por fortuna, en los últimos años está viviendo un período de recuperación.
Villaescusa de Ebro es el último pueblo de Cantabria por donde pasa el Ebro en su camino hacia el Mediterráneo.
En el Tobazo, idílico paisaje, el entorno es espectacular, afloramientos calizos, cascadas de agua y un conjunto rupestre. El manantial se alimenta de una surgencia kárstica que da lugar a la cascada que va formando la toba caliza que da nombre al lugar.
San Martín de Elines. Tiene la iglesia románica más destacada del valle de Valderredible, por su tamaño, monumentalidad y belleza, durante la Edad Media, fue el monasterio principal del valle.
Información GPX
Elevación máxima: 850 m
Elevación mínima: 577 m
Ascenso total: 816 m
Descenso total: -701 m
Tiempo total: 06:58:30
Elevación máxima: 875 m
Elevación mínima: 668 m
Ascenso total: 518 m
Descenso total: -498 m
Tiempo total: 05:15:58