Esta salida discurre por tierras de Villanueva de Oscos donde podemos encontrar en esta tierra un pasado pleno de tradiciones e historia.
En la carretera que va del Alto de la Garganta a Villanueva cuando llegamos al desvío que va a Illano, tomamos una pista que nos conduce al lugar conocido como el Brusquete donde iniciamos la ruta.
Una vez pasado el Brusquete nos adentramos en un grandioso túnel natural formado por las copas de los árboles que nos hacen sentirnos en un escenario de cuento.
Tras un fuerte descenso cruzamos el Río Ahio que lleva las aguas de la sierra de la Bobia hasta el río Agüeira, manteniendo a su paso un importante ecosistema de ribera en el que podemos encontrar gran variedad de especies.
A media ladera y en ligero ascenso llegaremos hasta San Cristóbal, lugar en el que encontramos numerosas muestras de arquitectura popular en estado puro percibiendo la sensación de haber retrocedido en el tiempo. Desde su capilla veremos el valle del Río Ahio cubierto de un hermoso manto de bosque autóctono que nos deslumbra con su colorido. Seguimos hacia Mourelle adentrándonos en un espectacular bosque de castaños, robles y madroños encontrándonos ejemplares de todas las edades y formas acompañados de numerosas “corripas” (construcciones circulares de piedra en las que se recogen los erizos de los castaños).
Pasado Mourelle ascendemos hasta el pico de Balongo, auténtico mirador natural, en el que merece la pena pararse a contemplar el paisaje de formas bruscas y también suaves y verdes; sus pueblos y apartados caseríos, humildes capillas diseminadas por parajes indescriptibles en profunda armonía con el medio. De nuevo llegamos al Brusquete para poner punto final a esta salida.
Mapa de la ruta