Iniciamos en Covadonga una serie de etapas por la Ruta de la Reconquista, que nos llevará hasta Sto. Toribio de Liébana, en la localidad de Potes. En Covadonga (260 m.) tomamos el camino de numerosas revueltas, denominado la Cuesta de Ginés. Este camino, que en su parte más alta atraviesa una pequeña zona de bosque autóctono, fue construido por mandato de Frassinelli; por él alcanzamos la Cruz de Priena (725 m. de altitud). Constituye un balcón espectacular donde contemplar un amplio abanico de montañas, pueblos y valles bañados por los ríos Güeña y Covadonga; los Picos del Cornión, varias cumbres del Macizo Occidental, las sierras del Sueve, el Cuera, la Escapa, Hibeo… y a nuestros pies el Real Sitio de Covadonga.
La ruta continúa hacia el oriente por el Campu Cimeru para llegar por el collau Paseru al lugar denominado Cantu la Oración. El camino discurre por una herbosa vallina que nos lleva hasta la majada de Uporquera; un bello rincón donde crecen avellanos, tilos, nogales, fresnos y cerezos.
Desde aquí nuestro itinerario discurre por el denominado Camín del Rey, en sostenida ascensión por Los Sotos, Llana, Cuesta Cavia, Los Visos, Cueva Rota, Fuente Piedra, donde nace el río Umandi, y llega a la braña de Tarañodios, límite del Parque, majada constituida por dos grupos de cabañas con praderías y muros de piedra; destaca desde aquí la vista sobre el pueblo de Gamonedo, con sus tres barrios y por encima la Sierra del Cuera. Aquí el sendero bordea la Sierra Mala y nos lleva hasta la Huesera donde tomamos una pista ascendente que pasa entre el Mirador de la Reina y un comedero de buitres llegando a la collada Uberdón y luego a la majada del mismo nombre para entrar en los amplios llanos de la Vega Comeya. La vista de esta formación geológica es singular; al fondo el Cantón del Texeu; en último término, las Peñasantas, el Torrecerredo y otras cumbres del Macizo Central de Picos de Europa.
La Vega de Comeya es atravesada por un tortuoso arroyo, con numerosas zonas húmedas con vegetación integrada por especies adaptadas a terrenos húmedos; también ocurre lo mismo con la fauna. Al final de la Vega aparecen escombros y ruinas de antiguas instalaciones, como testigo de la actividad minera que hubo en la zona. Aquí tomamos una senda que sube pegada a la roca, atraviesa una caverna natural y nos lleva al lugar conocido como el Escaleru, zona de desagüe del Lago Enol, donde finalizamos esta salida.