Iniciamos esta salida en la localidad de Alevia (328 m), donde destaca la Torre del Reloj, la iglesia que conserva partes de estilo gótico, la ermita de San Antonio (s. XVII) y varias casonas antiguas (s. XV) construidas en piedra, donde abundan los ejemplos de arquitectura indiana. Alevia, emplazado en la ladera sur del Cuera, se la conoce como la «gema de los Picos», por las montañas que decoran su paisaje.
Caminando por sus calles nos encontramos con palacetes de reciente construcción, casas restauradas; las vistas son magníficas sobre el valle y los Picos de Europa, un verdadero balcón al paraíso.
Atravesamos el pueblo hacia la parte alta del mismo, pronto encontramos, por la izquierda, una senda con un cartel indicativo; el camino, a veces empedrado, asciende suavemente, descubriendo hermosas vistas, destaca la singular figura de la Pica de Peñamellera. Enseguida llegamos a una cabaña, la Pesa, donde el camino se estrecha, más adelante encontramos la cabaña de Sembra; el camino sigue en ascenso, por la izquierda un impresionante valle y por la derecha tenemos el murallón rocoso de la sierra. El sendero, bien marcado, enseguida se empina, llegando a una alambrada, con una portilla, que rodea toda la sierra; seguimos con hermosas vistas de todo el concejo, con las confluencias de los ríos Cares y Deva, los puertos de Nedrina y Urgabes y los Picos de Europa.
Nos adentramos en la campera de la antigua mina del Pilar, donde se extraía hierro y manganeso, cerrada en los años setenta.
En la campera hay un cruce de caminos, tomamos el de la izquierda, dejando una cabaña a la izquierda, seguimos entre fincas con muros de piedra, dejando también el Pico Muniaco con sus antenas.
Abandonamos el camino ancho, siguiendo otro menos marcado, que nos conduce a la Braña la Pipa, a partir de aquí, en poco tiempo, alcanzamos la cumbre del Pico el Paisano (818 m), en su cima hay una capilla dedicada a San Antonio. Las vistas son impresionantes, es un balcón natural a los Picos de Europa, el Valle del Cares y la Sierra del Cuera.
Descendemos de la cumbre, de nuevo, hacia la Braña la Pipa y, seguidamente, a la campera de la mina del Pilar, donde tomaremos el camino de la izquierda que atraviesa las explotaciones mineras durante unos metros; continuamos ahora por el camino de la derecha hacia el N, dando vistas al bello paisaje que conforman la rasa marina del mar Cantábrico y los pueblos que reposan en los valles de los concejos de Llanes y Ribadedeva, hasta llegar a la casa la Encina; desde aquí, por una pista hormigonada, se llega al barrio de la Pereda, ya en Noriega (96 m), donde finalizamos esta salida.