Comenzamos esta salida en la carretera LE – 331, en el km 21,2, donde tomamos otra carretera que nos lleva primero a San Cibrián (1104 m) y después a Solle (1180 m), localidad de la cuenca del Porma. Al final del pueblo sale una pista forestal con dirección SE, junto a una fuente abrevadero. Un agradable recorrido, en suave ascenso, por una vega salpicada de prados, hasta llegar a un cruce de caminos. Seguimos por el del centro, que discurre por el Valle del Arroyo la Llosa hacia el Puerto de Linares.
Antes de llegar a la Peña del Valle, donde hay una cabaña de pastores; encontramos un desvío a nuestra derecha que se dirige hacia el paraje de la Biesca: lugar donde se encuentra el bosque de avellanos más grande de Europa; destacando también por su hayedo.
Nosotros seguimos hacia el E, por el Valle de Valdesolle; más adelante encontramos un nuevo cruce de caminos; tomamos el de la izquierda y, en ligero ascenso, pronto alcanzamos el Puerto de Linares.
A partir de aquí el camino desciende un poco llegando a otra bifurcación, continuamos por la derecha hasta una nave de ganado; una vez rebasada seguimos al SE, ganando altura para llegar a la Collada Linares; límite de la Reserva Nacional de Mampodre.
Aquí giramos hacia el SO, llegando al Collado Reyero; seguimos ahora la cuerda hacia el SE y, en un exigente y rápido ascenso, alcanzamos la cumbre del Pico la Hoya (1687 m). Las vistas son espectaculares sobre el valle que desciende hacia el pueblo de Lois, con su emblemática iglesia conocida como la Catedral de la Montaña; también destacadas cumbres: Pico Yordas, Pico Castaño, Pico Lázaro, Peñas Pintas, Pico Llerenes, Pico Bodón, Peña Forada, Pico la Polinosa, Macizo Central de Picos de Europa y un sin fin más de cumbres y valles así como el Embalse del Porma.
Tras disfrutar de estos bonitos parajes, iniciamos el descenso, de nuevo, hacia el Collado Reyero; para seguir un desvío, a la izquierda, bien señalizado. El camino discurre por una pradera con vistas hacia el Embalse del Porma, a nuestra derecha vemos una zona de grandes riscos; nos adentramos en un bonito robledal por donde vamos perdiendo altura, el paisaje se abre y nos brinda magníficas vistas hacia el S; la ruta ahora discurre por una cómoda pista forestal; tras varias curvas llegamos al fondo del valle, cruzamos el arroyo de Valderriero y conectamos con el denominado Camino a Lois y por el llegamos a la localidad de Reyero (1150 m), donde finalizamos esta salida.