La vía romana de la Carisa, corresponde al trazado de uno de esos caminos de origen prehistóricos que se adentra en Asturias desde la meseta leonesa, atravesando la barrera montañosa de la Cordillera Cantabrica.
Al igual que el vecino camino romano de la Mesa, esta privilegiada calzada estaba considerada como la más tradicional y transitada dentro de las posibilidades orográficas que presentaba la región.
De manera singular el itinerario de esta vía, discurre entre las cuencas del Bernesga en León y el Caudal en Asturias, por la cumbrera del Cordal de Carracedo y Sierra de Ranero y a caballo de los valles de Aller y Lena; dominando desde las alturas majadas, valles y aldeas.
Nuestro recorrido se inicia en el pueblo leonés de Pendilla a 1337 m de altitud, siguiendo la traza de la pista de tierra que valle arriba nos lleva a la Collada Propinde.
Continuamos hacia la majada Cueña Fierros, localizada a una altitud de 1600m sobre la plataforma herbosa al abrigo de la ladera occidental del Pico Tres Concejos. Más adelante el Mayau Fierros, un oasis vegetal con ruinas de barias cabañas pastoriles. Nos dirigimos a la Cruz de Fuentes, amplia collada localizada a 1691 m, que delimita territorios de Aller y Lena.
A partir de aquí la vía romana de la Carisa discurre sin apenas altibajos por lo más elevado del Cordal de Carracedo. Cruza lugares singulares como: La Boya, El Acíu, Carracedo, La Róbliga, Chagüezos, Espines…
En la majada Espines, un vello rincón salpicado de acebos y espineras se eleva hacia poniente el Pico Espines una de las montañas mas significativas del cordal; iniciamos un descenso por una de las numerosas variantes de la vía romana de la Carisa que nos lleva al pueblo de Boo, con un rico patrimonio histórico y arquitectónico, en el concejo de Aller.
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