La combinada orografía del Pico el Cuchu envuelve su pedregosa naturaleza, que se extiende hacia los valles de Llanos, San Julián y el Coto la Pola. El exuberante paisaje está salpicado de praderías jalonadas con rústicas cabañas pastoriles, dando un rico patrimonio natural a este rincón allerano.
La Pola del Pino es uno de los pórticos de entrada a este territorio. Desde la ermita de la Concepción tomamos el camino tradicional del Coto por la margen derecha del valle hasta alcanzar el lugar conocido como Misiegos. Sobrepasamos esta majada avanzando a lo largo del estrecho valle hasta alcanzar el Pico Praera. Más adelante, el valle se abre dando paso a las camperas de Praos del Monte, seguidamente nos internamos en el corazón del valle por la Majada Llana del Cuadru.
Superado este emplazamiento compuesto de cabañas y praderías, el sendero continua hasta culminar en la Majada de Les Llampes, seguidamente enlazamos con una pista que nos conduce hacia la Cochá Ceos, abierta escotadura donde asomamos a los paisajes del vecino Valle de Llanos.
Proseguimos con suave descenso, bordeando los declives meridionales del Pico Cuchu, hasta alcanzar el Collado Rueses. Desde este lugar, encrucijada de caminos, nos internamos por la cabecera del Valle de San Julián en dirección a la Collada Cotrisqueo. Desde aquí pasamos a la vertiente de Llanos, faldeando la ladera meridional del Pico Salenques hasta llegar a la Collada de Cuartos, que nos conduce de nuevo al Valle de San Julián. Comienza aquí el descenso hacia el fondo de este valle, recorriendo las Majadas de la Roble, les Eres, Mayaín, Traspando, la Voza, Ocheyu y Valdelende.
Cruzamos el arroyo de San Julián, tras el cual se localiza la ermita del mismo nombre. Seguimos paralelamente el curso del río, jalonado en este tramo por tres molinos. Atravesamos el gran tajo de la Foz de Entrepeñes para poner punto final a esta salida.
Mapa de la ruta