La ribera del río Nansa ha sido frecuentada durante cuarenta años por los pescadores. El itinerario de esta senda se encuentra estrechamente ligado a la pesca del salmón atlántico; puesto que la mayor parte del recorrido utiliza sendas de pescadores de los diferentes cotos que recorre.
Su paso originó un sendero que, desde el año 2010, se acondicionó, introduciendo elementos como puentes, pasarelas de madrea para facilitar el acceso a zonas anteriormente inaccesibles, seguros en algunas zonas un poco expuestas y escaleras, tanto de madera como excavadas en roca, para salvar desniveles, donde nos aguardan paisajes de gran belleza natural; dando lugar a una de las rutas de senderismo más visitadas de Cantabria. También forma parte de una de las etapas del Camino Lebaniego. Se trata de uno de los caminos de peregrinación más importantes para los cristianos; con una bifurcación del Camino del Norte de Santiago, en dirección al monasterio de Santo Toribio de Liébana.
Iniciamos esta salida en Puente Arrudo o Puente del Arrudo (87 m), cruzando el puente sobre al río Nansa; giramos a la derecha y, un poco más adelante, volvemos a girar a la derecha, para tomar la Senda Fluvial del Nansa. El recorrido no tiene pérdida, ya que toda la ruta está perfectamente señalizada. Iremos siempre a la orilla del río hasta Camijanes, donde saldremos a la carretera, por la que llegaremos a puente Tortorio, que cruza el mismo río Nansa; construido en el año 1761, según consta en una piedra grabada junto a él. Es un puente de un solo ojo.
Al poco de cruzar el puente tomaremos un desvío a la izquierda para, en ascenso, superar el Cueto del Collado (107 m), máxima altitud de la actividad de hoy, desde aquí se pueden apreciar diversas cumbres de Picos de Europa.
Seguimos hacia el O, para llegar, primero, a la central Hidroeléctrica de Trascudia, estamos a la mitad de la ruta. Es una de las cuatro centrales pertenecientes a los Saltos del Nansa; fueron puestas en funcionamiento entre los años 1945 y 1952. Muy cerca, siguiendo la ruta, encontramos el doble salto del río Supino.
Más adelante encontramos, primero, un refugio de la Sociedad Cántabra de Caza y Pesca y, después, uno de los cruces para pescadores, carretillas metálicas que, tiradas por poleas, permiten a los pescadores cambiar de orilla sin mojarse. Pasamos por la Cueva del Rejo, declarada (LIC), Lugar de Importancia Comunitaria, con el fin de preservar las seis especies diferentes de murciélagos que tienen allí su hábitat
Siguiendo la ruta encontramos otro refugio para pescadores y poco después ya aparecen marcas del Camino Lebaniego, nosotros debemos seguir la senda que va más pegada al río. Llegamos a unos grandes invernaderos. Poco antes hay una bifurcación que marca las variantes de aguas bajas (va pegada al río) y de la senda principal y, en función del caudal del río, tomaremos una u otra. En cualquier caso estas sendas se vuelven a encontrar un poco más delante de los invernaderos.
Después de pasar por un bonito bosque de hayedos, acebos, castaños fresnos, abedules… llegamos a Muñorrodero (12 m), donde finalizamos esta salida.